LA ALIENACIÓN PARENTAL (clase del día 28 de enero de 2016)

El SAP es un trastorno caracterizado por un conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el progenitor, hasta hacerla contradictoria con lo que debería esperarse de su condición.

Sentencia Rol 1414-2013 de la Corte de Apelaciones de Santiago, en su considerado quinto estableció: “El sap constituye maltrato emocional que afecta el desarrollo normal del niño, especialmente en las áreas del aprendizaje, se ve disminuido el rendimiento escolar, un empobrecimiento de las habilidades sociales y afectivas”…

Síntomas según Gardner

  • Existencia de una campaña de denigración y rechazo de un padre querido por el niño
  • Racionalizaciones débiles, frívolas o absurdas para esta descalificación. El niño puede manifestar rabia intensa y quejarse que el padre lo trata mal
  • El niño rechaza completamente al padre, es “malo” en todo, siempre
  • El niño adopta como propias las descalificaciones hacia el padre aliendado
  • El niño apoya incondiconalmente al padre alienante, sin cuestionar la validez de sus juicios hacia el padre rechazado
  • El niño manifiesta ausencia de culpa por la crueldad esgrimida hacia el padre alienado, comportamiento que no sería permitido en otras circunstancias
  • Hay presencia de argumentos “prestados” o adultizados
  • La animosidad se extiende hacia amigos o parientes de la fa familia

CURSO DE LA ALIENACIÓN

Uno de los padres ejecuta un bloqueo activo del acceso del contacto entre el niño y el otro progenitor

El SAP en la jurisprudencia

  • Corte Suprema año 2013 Rol 8.183-12
  • Sentencia 25 de marzo de 2013
  • Juicio iniciado el año 2009
  • Demanda reconvencional del padre sobre el cuidado personal
  • Primera instancia: Juzgado de Familia de Colina, acoge demanda reconvencional
  • Corte de Apelaciones: Revoca cuidado personal a la madre
  • Corte Suprema rechaza casación en el fondo , Cuidado Personal a la madre

CUANDO OPINAR SOBRE LA MEDIACION ES UN DESAFIO

tulaENTREVISTA DE REDES ALTERNATIVAS AL MEDIADOR X

Antonio Tula

Redes Alternativas, una publicación amiga, publicará en forma continúa la entrevista desarrollada a quien denominaremos MEDIADO X, ya que accedió a esta propuesta manteniendo en reserva su nombre

-RA : Bueno, quedamos en charlar sobre la mediación , ¿ así es?

-Mediador X: Si, así es, aunque parece un extenso  territorio para explorar

-RA: Bueno.. ¿Por dónde comenzamos?

– Mediador X: ¡ Ja! Ud es quien me entrevista

-RA: Cierto, aunque parezca remanido preguntaría… ¿Que es la mediación?

– Mediador X: Bueno… hay muchas definiciones que en síntesis dicen lo mismo. Yo elijo sentir a la mediación como un espacio emocional que posibilita la comunicación

-RA: Emocional o racional

– Mediador X: Creo que es Ramos Mejía quien  muestra una metáfora de la comunicación representada por un trencito. La locomotora es la emoción y los vagones son  los pensamientos y las conductas que siguen a la locomotora

-RA: Una subordinación de lo racional y lo conductual a la emoción?

– Mediador X: No lo pienso como una cuestión de subordinación ya que el sentir, pensar, decir y hacer es un proceso circular hacia adentro y hacia afuera de las personas, y en la interacción humana la comunicación gatilla diferencias entre los que se comunican, y para mí el impacto emocional  es  biológicamente  el que pone en acción las otras variables  y eso es muy claro al momento de mediar

– RA: ¿Que diría un abogado ¿

– Mediador X .: ¿Qué tipo de abogado?

-RA. ¡Me sorprende!… ¿hay una tipología?

– Mediador X , Bueno los hay viejos y jóvenes;  positivistas y  ius naturalistas; dogmáticos y eclécticos, … por decir algo

– RA: Bueno… ¿Que diría un positivista?

– Mediador X: Bueno,  seguramente tendría una postura crítica desde un pensamiento científico, propondría quizás pensar las conductas desde el derecho. Lo racional sería el camino hacia la búsqueda de la verdad de su cliente. Desde esa óptica las emociones molestan

-RA: Y quien tiene razón?

– Mediador X: Ambos

-RA: ¿Cómo que ambos? ¿No son verdades diferentes?

– Mediador X : Son distintos dominios explicativos, diría Maturana, y cualquiera de ellos que quiera primar sobre el otro plantea un ejercicio de sometimiento.

– RA. Volviendo a lo racional o emocional en la mediación ¿ A que debemos atenernos?. Si lo emocional es lo válido puede ser un mar de lágrimas. Si lo racional lo es puede ser un espacio muy frio y calculado

– Mediador X: Vuelvo a reiterar,  ambos procesos son circulares y recursivos y así el uno y el otro se complementan. Se trata de un problema epistemológico

-RA:. ¿Podría elaborar una explicación sencilla?

– Mediador X: Quizás si partimos del relato de las partes…

-RA: Bien, tomemos ese punto de partida

– Mediador X: Bueno, generalmente el primer relato o narrativa de cada parte es un aporte cargado de reproches e  imputaciones que responsabilizan a la otra parte y exculpa a quien lo expresa. En la teoría de la mediación esta primera verbalización es posicional, es una atribución semántica particular de la parte en cuanto su punto de observación del conflicto,  muchas veces una explosión catártica pero siempre perceptiva  precaria y modificable. En esta línea de pensamiento ambos han construido una versión  a la que dan jerarquía de verdad, hasta que una reflexión diferente al repertorio de reflexiones que sustentan la posición modifica su marco conceptual y emocional y con ello produce la caducidad del primer relato. Se produce un cambio narrativo.

– RA: ¿Cómo?

– Mediador X:  Bueno.. Estas partes han  pasado desde un sistema dialógico reiterativo de los mismos argumentos y adjudicaciones mutuas, a un sistema dialógico al que integran al mediador. Allí la empatía, el  encuadre de trabajo, la posibilidad es escucharse, la neutralización de las expresiones a través del parafraseo, la organización temática, la indagación de los intereses, el trabajo sobre la relación entre las partes  y en general el uso de las herramientas de la mediación cambian el contexto y la dinámica comunicacional, propiciando nuevas formas de narrar sentir y pensar los mismos hechos. Como verá Ud. lo emocional y lo relacional forma parte de este proceso en la retroalimentación del sistema. La epistemología de la mediación se sustenta en el constructivismo. Cada parte es socia de la otra en la construcción del conflicto y  sumamente sabia en la vivencia de los hechos, Entonces  ambas partes pueden  protagonizar la desconstrucción de sus puntos de vistas antagónico  y construir convergencias sustentada en intereses  y no en posturas rígidas. O sea pueden poner sobre la mesa sus temores deseos, necesidades etc., para su mutuo tratamiento en la búsqueda de un acuerdo satisfactorio de ambas

– RA: Entonces… ¿ Qué pasa si esto lo escucha un  abogado positivista?

– Mediador X:  Bueno, allí  aparece una epistemología cientificista, lineal y causal. El primer relato constituye el objeto a ser probado en un proceso de conocimiento y para ello debe ser cosificado. Con esto quiero decir que el abogado de una parte  lo presentara como “cosa demandada” y el abogado de la otra responderá en consecuencia, Trabada la litis  el proceso de conocimiento tendrá que probar la versión de A o la de B, sin interacciones blandas entre las partes, que a esta altura han perdido protagonismo y son una caratula y un número. Todo el tratamiento se desarrollara a través de un proceso ritual que tratará de dar un marco de objetividad científica al desarrollo probatorio. Los abogados sustituyen al protagonismo de las partes  e informan a sus clientes  en un lenguaje críptico  Finalmente el dictamen científico, luego de diferentes instancias judiciales se convertirá en “cosa juzgada” y generalmente una de las partes será ganadora y la otra perderá. Obviamente aquí la emoción es un elemento cualitativo entorpecedor del pensamiento científico que permite determinar quien posee la razón

En la mediaciòn a  la “primera narrativa” le suceden nuevas interacciones que generan nuevas narrativas. En el proceso judicial la “primera narrativa” se cristaliza, es renarrada por el abogado bajo la forma de una “verdad formal”, luego se convierte en “cosa” demandada en el planteo de la demnda o juzgada en la culminaciòn del pleito

-RA: ¿Esto deja en un mal lugar al proceso judicial y privilegia la mediación?

– Mediador X: En modo alguno. La mediación- a mi criterio- no es un método alternativo a la justicia, sino que es un procedimiento autónomo, epistemológicamente diferente. Así hay cuestiones  que no son mediables o que por sus características requieren que un Juez funde en derecho la pretensión en forma científica, sustentado en la “sana crítica” a través de un proceso judicial de conocimiento que enmarca y garantiza la salutabilidad procesal de la controversia

– RA:  Interesante… Se me viene otra pregunta ¿Cree en la neutralidad del mediador?

–  Mediador X: ¡No!

– RA:  No es éticamente peligroso sostener eso?

– Mediador X. No, creo que es epistemológicamente sustentable

-RA. Cómo?

– Mediador X. Se lo cuento en nuestro próximo encuentro

MATERIAL PARA LA PRUEBA

Enviado por los alumnos:

funcion del consejo tecnico y materias de comptencia de los Tribunales de Familia

Resumen de aplicacion judicial de medidas de proteccion NNA

Resumen ley19.968 art. 112-1123 y 114

Ley de adopcion

Personas que pueden adoptar. Artículo 20 y sgtes. Ley 19.620

trabajo justicia familia

Violencia Intrafamiliar Justicia de Familia

Presentación Ley 19.968 Mediación

 

Art. 103 al 107 Candy y Patricio

12

 

rt. 107 Enviado por Scarlett:

2. Justicia de familia

Acuña, Marcela Principio de corresponsabilidad parental

Ley 19.620

LEY-19968_30-AGO-2004-2

 

 

 

 

 

Personas manipuladoras, cómo descubrirlas y desarmarlas

Ángela Gual

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¿Quién no se ha topado alguna vez con un lobo con piel de cordero?

Esas personas que te convencen de que lo mejor para ti, casualmente es lo mejor para ellos, hasta que finalmente te encuentras haciendo cosas que realmente no deseabas hacer.

Esas personas que no tienen ningún reparo en pedirte que antepongas sus necesidades a las tuyas “por el bien común” o por cualquier otra estratagema.  Esas personas que después de lograr lo que querían de ti, ni siquiera se muestran agradecidos

Esas personas son manipuladoras, y son muy comunes en nuestra sociedad actual. Dichos sujetos tienen grandes habilidades a la hora de distorsionar tus capacidades, haciendo que dudes de ellas y haciéndote sentir frágil o inferior. Esa distorsión les da fuerza a la hora de llevarte a su terreno y de convencerte de que no eres capaz de hacer algo o de que deberías seguir su consejo ya que a él todo se le da mejor que a ti.

De la misma manera, su fuerte es la explotación emocional, es decir, el manejo de tus emociones para conseguir que te sientas culpable (por algo que seguramente ni siquiera has hecho) y que por ello accedas a sus peticiones o intereses.

De esta y otras maneras, las personas manipuladoras logran tomar el control y beneficiarse de las víctimas que le rodean de forma consciente y deliberada.

¿Cómo son las personas manipuladoras?

Son especialistas en identificar tus debilidades

Todos las tenemos y son su mayor arma para herirte, ya que si flaqueas en tus convicciones, si hay algo de lo que no te sientas orgulloso, el manipulador lo encontrará y te torturará con ello, dándole mil vueltas hasta convertirlo en un proyectil en tu dirección.

Son implacables a la hora de alcanzar sus objetivos

Eso significa que pasan por encima de quien sea necesario y por supuesto,  el fin justifica los medios. Cuando trazan un plan de acción, no les tiembla el juicio para hacer o decir lo necesario, sea cruel, sádico o despiadado,  con tal de llegar a donde querían.

Eso si, casi ni te enterarás gracias a sus brillantes y magistrales interpretaciones, que te harán aplaudir de emoción.

Nunca tienen suficiente

Manipular es sinónimo de poder, y por lo tanto, siempre quieren tener más, llegar más lejos, conquistar más almas. Alcanzar nuevos horizontes a costa de los demás.

Cuando ven que sus habilidades les permiten (sin escrúpulos morales) alcanzar metas que por medios propios no podrían, se les llena el corazón de ambición y ansias de más, una adicción que les lleva inevitablemente a la eterna insatisfacción por lo logrado.

La sensación de control

La que se procuran con todo este juego, les hace sentirse superiores al resto de mortales. Ese es un licor que embriaga a la vez que encadena en la búsqueda constante de mantener o mejorar el nivel alcanzado.

Por otro lado, las personas que necesitan sentirse superiores, especialmente a través de pisar a los demás, reflejan un interior podrido y pobre, lleno de carencias e inseguridades que protegen con esa falsa apariencia de poder y control.

¿Todos los manipuladores siguen el mismo patrón?

Ya que el arte de la manipulación engloba multitud de actitudes y cualidades, podemos diferenciar varios subtipos de este género:

La pobre víctima

Es un clásico. La persona es una víctima del mundo. Todo le pasa a ella y los demás se aprovechan de forma perenne. Este tipo de manipulador hace que te sientas culpable de sus desgracias y de lo injusta que es la vida con él, hasta que finalmente accedes a sus peticiones por una mezcla de pena y culpa que te embargan.

Después te sientes hastiado y ciertamente decepcionado porque no es lo que tú deseabas, pero de alguna manera ha conseguido convencerte con sus lágrimas de cocodrilo.

El eterno dependiente

Este manipulador juega con tu ego. Hace que te sientas muy superior, el mejor, mientras que él es poca cosa, débil e inútil, y por supuesto, incapaz de hacer cosas que tu si que puedes hacer… Ahí te ha pillado.

Tu compasión hacia su debilidad sumada a tu ego personal de fortaleza y capacidad te pierden, obligándote sin que te des cuenta a hacer cosas que la otra persona puede hacer, pero que no hará porque se las haces tu. Así se libra de las consecuencias que puedan tener esos actos que te incita a realizar y se evita también el esfuerzo que suponen.

El provocador

Este manipulador juega totalmente al revés. No deja de mostrar tanto su fuerza como su agresividad, de tal modo que prefieres acabar cediendo a tener que enfrentarte a él o generar una disputa. Utilizando esta baza, el manipulador siempre se lleva el gato al agua, consiguiendo “un consenso” a su favor en la inmensa mayoría de los casos, y anulando al resto en su favor.

Los demás, a su vez, cada vez se sienten con menos capacidad de decisión o de convocación, por lo que poco a poco acaban allanándole el camino al macho alfa dominante.

El interpretador

Este sujeto resulta mucho más enrevesado y maquiavélico, ya que extrae las palabras de tu boca, para transformarlas en otra cosa, la cual supuestamente has dicho, pero que va a perjudicarte contundentemente.

Con sus malas artes, al final, acabarás sintiendo remordimientos por haber presuntamente dicho algo inapropiado o por haber herido a alguien con esos imaginados comentarios. También así, modificando levemente tus dichos, haciéndoselos llegar a la persona idónea y tergiversando ligeramente la perspectiva e intencionalidad del contenido, siendo el malo, sin haber tenido siquiera un papel en la función. ¡Bravísimo!

El desprestigiador

Este individuo se siente simplemente perfecto. Una deidad en estado puro. Cada vez que hagas un comentario que pueda aprovechar, va a hacer notar que te has equivocado, va a resaltar cuando se le de oportunidad tus defectos y va a ridiculizarte con sus ácidos comentarios hacia tus particularidades. Son los jueces del mundo y si estás en su punto de mira, cierran la sesión a golpe de mazo, sin posibilidad de réplica o defensa.

¿Cómo defendernos de las personas manipuladoras?

Primero: Hacernos conscientes

El primer paso es hacernos conscientes de que nos están manipulando. Existen unos derechos que son inviolables entre los que se encuentran:

  • Derecho a ser tratado con respeto.
  • Derecho a expresar tus sentimientos, opiniones e ideas.
  • Derecho a establecer tus propias prioridades.
  • Derecho a decir NO sin sentirte culpable.
  • Derecho a defenderte de las agresiones externas, sean físicas o emocionales.

Si sientes que cuando te relacionas con algunas personas, no puedes ejercer estos derechos, plantéate que puedes estar siendo manipulado.

Segundo: Mantener la distancia

Aprende a mantener la distancia (emocional) de seguridad. Igual que en la carretera, si estás cerca de personas que puedan dar “frenazos o volantazos” de forma brusca e inesperada y lastimarte con ello, simplemente retrocede y mantente en una distancia adecuada que evite su aproximación estratégica. Nadie puede herirte sin tu consentimiento.

Tercero: No eres culpable

Si te respondes NO a alguna de las preguntas antes citadas, plantéate que es posible que la víctima no sea el otro sino que seas tú. De la misma manera no puedes tener la culpa de todo lo que pasa a tu alrededor así que si eso empieza a pasar, averigua qué es lo que está pasando.

Cuarto: Preguntas clave

Hacer una serie de preguntas clave a tiempo puede salvarte de un manipulador:

– ¿Crees que lo que me pides es razonable o mínimamente justo?

– Según tu… ¿qué tendría que responder?

– ¿Me lo estás pidiendo o solo me lo estás comentado?

Preguntas de esta índole harán plantearse al manipulador que su plan ha sido descubierto y por lo tanto, es posible que busque a otra víctima más sensible a sus encantos.

Quinto: Tomarse el tiempo necesario

Tómate tu tiempo para responder a sus demandas. Ellos suelen jugar con la presión para obtener respuestas inmediatas. No te permiten pensar y la presión hace que finalmente cedas a sus peticiones. Solo hay prisa para amar, para el resto, tómate tu tiempo.

Sexto: Ser firme

Se firme en tus afirmaciones. Son grandes expertos en la lectura de tu comunicación no verbal, por lo que si titubeas o vacilas, lo notarán, aumentando sus esfuerzos a la espera de tu caída.

Así que ya lo sabes, si te encuentras con uno de estos perversos delincuentes de almas y logras reconocerlo, no dudes en utilizar todas las armas de las que ahora SI dispones para reducirlo a  un mero  y vulgar chorizo en paro.

Fuente: http://psicopedia.org/4598/personas-manipuladoras-como-descubrirlas-y-desarmarlas/